Una de las películas más hermosas en la historia del cine, no sólo por la temática, sino por la belleza de su música y la fotografía de sus paisajes, este largometraje es más que un clásico, es una reliquia que todo mundo debe de tener.
Esta película fue llevada a la pantalla grande por David Lean, y está basada en la novela del mismo nombre, por el escritor Borís Pasternak, que en 1958 se ganaría el Premio Nobel de literatura por tan magnífica obra.
Inmortalizando para siempre al egipcio Omar Sharif, que encarna a la perfección al poeta ruso, y a Julie Christie, la bella Lara, que fue musa para una de las melodías más hermosas en el mundo del cine.
Yuri Zhivago es el nombre del doctor que protagoniza esta historia, y que nos plasma a un hombre que es poeta e idealista, dividido entre el amor de dos mujeres, en plena revolución rusa de 1917.
Aparte de ser una novela dramática y emotiva, nos narra históricamente los sucesos, y las consecuencias de la revolución, con la guerra civil de 1918 a 1920. Mostrando el sufrimiento de los personajes, y de lo que orilla a la humanidad una revolución de ese calibre.
Zhivago es un hombre ético e idealista, pero no por ello sin los pies puestos sobre la tierra, haciéndolo más humano aún, lo que causó muchas críticas por su fuerte contenido político y sobre todo, por justificar el adulterio.
En Rusia la película no fue bien recibida, por insinuar que el comunismo era una dictadura que acababa con la vida de las personas, así como por los diálogos, supuestamente antimarxistas, y a la crítica de los campos prisioneros estalinistas.
En 1957, el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli consiguió sacar de contrabando el manuscrito fuera de la Unión Soviética, y publicó en Milán dos ediciones de la obra: el original, en ruso, y su traducción al italiano. Al año siguiente, la novela apareció en inglés, y a continuación fue traducida a un total de dieciocho lenguas diferentes.
El resto del reparto lo conforman además, la bella Geraldine Chaplin con el papel de esposa abnegada, Tom Courtenay como el villano más odiado, acompañados de
Alec Guinness, Rod Steiger, Ralph Richardson, Rita Tushingham, Klaus Kinski, Siobhan McKenna, y Jeffrey Rockland.
Una bella película que nos plasmó una Rusia tan bella como ningún otro director lo ha hecho, aunque haya sido en plena guerra, la blanca nieve le daba un toque de nostalgia y romanticismo.
Esta película fue llevada a la pantalla grande por David Lean, y está basada en la novela del mismo nombre, por el escritor Borís Pasternak, que en 1958 se ganaría el Premio Nobel de literatura por tan magnífica obra.
Inmortalizando para siempre al egipcio Omar Sharif, que encarna a la perfección al poeta ruso, y a Julie Christie, la bella Lara, que fue musa para una de las melodías más hermosas en el mundo del cine.
Yuri Zhivago es el nombre del doctor que protagoniza esta historia, y que nos plasma a un hombre que es poeta e idealista, dividido entre el amor de dos mujeres, en plena revolución rusa de 1917.
Aparte de ser una novela dramática y emotiva, nos narra históricamente los sucesos, y las consecuencias de la revolución, con la guerra civil de 1918 a 1920. Mostrando el sufrimiento de los personajes, y de lo que orilla a la humanidad una revolución de ese calibre.
Zhivago es un hombre ético e idealista, pero no por ello sin los pies puestos sobre la tierra, haciéndolo más humano aún, lo que causó muchas críticas por su fuerte contenido político y sobre todo, por justificar el adulterio.
En Rusia la película no fue bien recibida, por insinuar que el comunismo era una dictadura que acababa con la vida de las personas, así como por los diálogos, supuestamente antimarxistas, y a la crítica de los campos prisioneros estalinistas.
En 1957, el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli consiguió sacar de contrabando el manuscrito fuera de la Unión Soviética, y publicó en Milán dos ediciones de la obra: el original, en ruso, y su traducción al italiano. Al año siguiente, la novela apareció en inglés, y a continuación fue traducida a un total de dieciocho lenguas diferentes.
El resto del reparto lo conforman además, la bella Geraldine Chaplin con el papel de esposa abnegada, Tom Courtenay como el villano más odiado, acompañados de
Alec Guinness, Rod Steiger, Ralph Richardson, Rita Tushingham, Klaus Kinski, Siobhan McKenna, y Jeffrey Rockland.
Una bella película que nos plasmó una Rusia tan bella como ningún otro director lo ha hecho, aunque haya sido en plena guerra, la blanca nieve le daba un toque de nostalgia y romanticismo.
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