Después del nacimiento de Sunday Rose, que la actriz consideró como un verdadero milagro, ahora la situación podría volver a repetirse, ya que su última aparición en público con su marido Keith Urban ha levantado sospechas.Nicole, que volvió a su tono natural de cabello (rojo), salió a disfrutar una obra de Broadway con su marido: “God of Carnage”, en la que la actriz lució un vestido en tonos lila demasiado holgado, muy contrastante con los que ella acostumbra portar.
Además, los asistentes afirman que se le veía una abultada pancita, sumado a que la actriz se negó a participar en la nueva película de Woody Allen, (ahora podremos entender que pudo ser para cuidarse).
Cierto o no, la actriz tendrá que desmentir la polémica, o el tiempo lo dirá como en el caso de su pequeña que nació el 7 de julio del 2008 hace menos de un año, y debido a su edad, pudo apresurarse a encargar el segundo.
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