9 de junio de 2009

Cantando bajo la lluvia de Stanley Donen y Gene Kelly (1952)

La escena de Gene Kelly con su sombrilla cantando bajo la lluvia, es la imagen que evocamos cuando mencionamos el séptimo arte, y sobre todo cuando añoramos los clásicos que han hecho historia.

Uno de los mejores musicales del mundo de la ficción, fue otra de las grandes producciones de la Metro Goldwyn Mayer, y pionera en llevar a la pantalla grande, una de las más grandes creaciones de Broadway.

Precursora de la puesta en escena de las obras de teatro, Cantando bajo la lluvia plasma excelentes coreografías y canciones que pasaron a la historia de la escena musical, siendo de las más taquilleras de la industria del cine, aportando ideas al séptimo arte.

La historia narra la vida de Don Lockwood, una apasionada estrella del cine mudo que ha tenido mucho esfuerzo en llegar a la fama, situación que lo ha llevado a adoptar una personalidad que nunca había creído posible.

Formando pareja con Lina Lamont, una de las mujeres del momento en los estudios del cine, toda la prensa se ha enfocado a ellos, por lo que la presión mediática es tal, que el vacío no tarda en dejarse ver.

Hasta que conoce a Kathy Selden, una actriz que apenas ha comenzado su carrera, y que no posee la fama que Hollywood ofrece, lo inesperado está por suceder: los dos personajes se enamoran de tal manera que no importa la reacción de las demás personas.

La trama se complica, cuando se enteran que en el mundo del cine todo va a cambiar, el cine mudo dejará de existir, y la banda sonora estará a punto de romper con todos los parámetros existentes, modernizando al celuloide.

El público quiere más y hay que reconvertir la última película de Lockwood y Lamont en musical, lo que no sería un problema si no resultara que Lina Lamont tiene una voz de rata completamente inservible para el cine. Por lo que será la perfecta oportunidad de Kathy para triunfar.

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