Dominique Jonard, el director del cortometraje ¿Y el agua?, tuvo que cancelar grabaciones a pesar de que la degradación del entorno es un tema grave que nos aqueja a todos.Pocos realizadores, llevan esto a la pantalla, como el cineasta francés radicado en Morelia México, que está realizando una animación abordando la problemática de la devastación de los recursos naturales en Valle de Bravo México, y quiere cerrar un ciclo enfocándose al tema del agua.
Esta temática que es controversial, le ha causado varias censuras, pero a la vez, varios reconocimientos, como el que obtuvo el año pasado en Buenos Aires en el Festival más importante de animación de Latinoamérica.
El realizador afirma que aún son pocos los creadores de animación que abordan temas de carácter ecológico en sus obras, pese a que el problema global del agua requiere soluciones urgentes.
Dominique Jonard, tiene bastante tiempo realizando y producido varios cortos de animación con los que pretende generar en los niños, y en el público en general, una conciencia ecológica.
Por supuesto que el agua ha sido un tema bastante recurrente en su trabajo creativo, comenzando con “El agua en tiempo extra”, cortometraje que hizo para participar en el Foro Mundial del Agua y que a pesar de que no fue seleccionado en el Festival Internacional de Cine de Morelia, ha recorrido diversos festivales en el mundo para obtener por último, en Buenos Aires, un premio otorgado por Greenpeace.
En ese festival sudamericano también obtuvo primera mención con la animación Lo que se recicla. Tercera llamada es otra producción en torno al agua que hizo por encargo del Centro de Educación en Desarrollo Sustentable (Cecadesu).
Por lo visto, ha obtenido bastante proyección internacional con sus cortometrajes ecológicos, que ayudará para que en futuros festivales, le pongan más atención a esta temática que es tan importante y requiere ayuda urgente.
“Me tuve primero que meter a investigar la bronca de Valle de Bravo que en los 50, con el presidente Miguel Alemán, quitaron la tierra a campesinos e hicieron una presa para mandar electricidad y agua a la ciudad de México. Valle de Bravo entonces se vuelve un destino turístico, casi no hay acceso al lago, está rodeado de propiedad privada. Es el centro vacacional de la gente del DF. Me dijeron que existe un resentimiento de parte de la gente, pero yo no tenía derecho de ponerle fuego a la hoguera. Tenía la consigna de meter el problema del agua porque ya sabemos que éste es un problema urgente de resolver”.
El cineasta no sólo se conforma con la crítica al gobierno, sino que también con grandes empresas mundiales, como la Coca Cola, sin embargo, estas posturas personales en ocasiones fueron censuradas por las instituciones productoras que terminaron más preocupadas por guardar los intereses de las grandes corporaciones.
“Traten de independizarse como ciudad de nuestra agua”, señala el cineasta, que dice sentirse ofendido por el poco tacto con el que se trata este tema, que es muy original para la animación, por lo que Dominique Jonard se siente satisfecho de poder ser útil frente a una problemática mundial.
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