Regresa el aclamado director nominado al Oscar por su trabajo en la cinta Babel: Alejandro González Iñárritu, pero ahora con su nueva cinta titulada Biutiful, que se ha filmado en España.
Su actriz principal es prácticamente una desconocida, de nombre Maricel Álvarez que salvo por una pequeña participación en Pequeños milagros, de Eliseo Subiela, ella nunca había puesto la experiencia que le dieron más de quince años de teatro –en los que pasó de producciones chicas, creadas con compañeros de teatro o a dúo con su pareja, Emilio García Wehbi.
Esta actriz por lo tanto, no es ninguna novata, ya que se le caracteriza por actuar de manera demasiado profunda, y justo a la medida de lo que Alejandro estaba buscando, ya que después de sus aclamadas Babel y 21 gramos, esta película se hablará nuevamente en castellano.
Lo cierto es, que esta cinta no se puede saber de que se trata, ya que el director ha pedido expresamente que no se hable del tema con familiares ni amigos, mucho menos a los medios de comunicación.
La actriz menciona: “Firmé una cláusula de confidencialidad. Pero sí, los protagonistas somos Javier Bardem y yo, y se repiten algunos talentos inmensos de otras películas de Iñárritu –Rodrigo Prieto en la fotografía, Brigitte Broch en la dirección de arte y Gustavo Santaolalla en la música. Se estrenará en algún momento de este año. Para mí, estar entre estos gigantes ha sido un privilegio y una alegría inmensa”.
Pero por ahí se han filtrado algunas pistas, tal y como narró Jordi Soler del diario El País: “En perfecta contraposición con la película de Woody Allen, que presenta una Barcelona de tarjeta postal, Iñárritu ha rodado una historia en los barrios populares de la ciudad; uno de los sets fue montado en una iglesia de Santa Coloma de Gramenet, donde los chinos del barrio van a misa...” y “El Negro ( Iñárritu) está nervioso porque sus extras, una banda de inmigrantes africanos del top manta, tienen que correr Ramblas abajo, perseguidos por la policía”.
Por lo pronto, la actriz esta nerviosísima por el progreso que ha tenido su carrera artística, y sobre todo, por la oportunidad de haber trabajado con los grandes, tal y como ella lo dice:
“Algo grande en términos profesionales va a suceder, eso está claro. De hecho ya sucedió: hacer esta película fue una experiencia extraordinaria en términos artísticos y personales que ya ha generado un cimbronazo. Nunca había hecho cine, salvo por una pequeña participación. Pero el cine siempre fue una fantasía y la oportunidad me llegó en un momento de mucha maduración personal y profesional. Agradezco que haya sido así, porque todos estos años me han dado una base muy sólida, a partir de la cual puedo saber qué clase de actriz soy y qué puedo ofrecer en términos expresivos. Y todo esto me lo enseñó el teatro: que yo pueda pararme frente a artistas como Iñárritu o Bardem tranquila, sabiendo qué persona y qué artista soy, eso me lo dio el teatro”.
Su actriz principal es prácticamente una desconocida, de nombre Maricel Álvarez que salvo por una pequeña participación en Pequeños milagros, de Eliseo Subiela, ella nunca había puesto la experiencia que le dieron más de quince años de teatro –en los que pasó de producciones chicas, creadas con compañeros de teatro o a dúo con su pareja, Emilio García Wehbi.
Esta actriz por lo tanto, no es ninguna novata, ya que se le caracteriza por actuar de manera demasiado profunda, y justo a la medida de lo que Alejandro estaba buscando, ya que después de sus aclamadas Babel y 21 gramos, esta película se hablará nuevamente en castellano.
Lo cierto es, que esta cinta no se puede saber de que se trata, ya que el director ha pedido expresamente que no se hable del tema con familiares ni amigos, mucho menos a los medios de comunicación.
La actriz menciona: “Firmé una cláusula de confidencialidad. Pero sí, los protagonistas somos Javier Bardem y yo, y se repiten algunos talentos inmensos de otras películas de Iñárritu –Rodrigo Prieto en la fotografía, Brigitte Broch en la dirección de arte y Gustavo Santaolalla en la música. Se estrenará en algún momento de este año. Para mí, estar entre estos gigantes ha sido un privilegio y una alegría inmensa”.
Pero por ahí se han filtrado algunas pistas, tal y como narró Jordi Soler del diario El País: “En perfecta contraposición con la película de Woody Allen, que presenta una Barcelona de tarjeta postal, Iñárritu ha rodado una historia en los barrios populares de la ciudad; uno de los sets fue montado en una iglesia de Santa Coloma de Gramenet, donde los chinos del barrio van a misa...” y “El Negro ( Iñárritu) está nervioso porque sus extras, una banda de inmigrantes africanos del top manta, tienen que correr Ramblas abajo, perseguidos por la policía”.
Por lo pronto, la actriz esta nerviosísima por el progreso que ha tenido su carrera artística, y sobre todo, por la oportunidad de haber trabajado con los grandes, tal y como ella lo dice:
“Algo grande en términos profesionales va a suceder, eso está claro. De hecho ya sucedió: hacer esta película fue una experiencia extraordinaria en términos artísticos y personales que ya ha generado un cimbronazo. Nunca había hecho cine, salvo por una pequeña participación. Pero el cine siempre fue una fantasía y la oportunidad me llegó en un momento de mucha maduración personal y profesional. Agradezco que haya sido así, porque todos estos años me han dado una base muy sólida, a partir de la cual puedo saber qué clase de actriz soy y qué puedo ofrecer en términos expresivos. Y todo esto me lo enseñó el teatro: que yo pueda pararme frente a artistas como Iñárritu o Bardem tranquila, sabiendo qué persona y qué artista soy, eso me lo dio el teatro”.
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