9 de junio de 2009

Antes del Atardecer

Si hay una película que prueba que ese romanticismo no tiene que ser una representación de sexo, y que se puede unir el cerebro y el corazón, esa película es, “Antes del Atardecer”.

Cada escena queda perfecta para hacer una de las mejores novelas románticas y adornar la pantalla grande, de la presión de tiempo real, con una química innegable entre Julie Delpy y Ethan Hawke, pero lo más importante, con un guión finamente hecho.
Las palabras de la puesta de sol juegan con la total libertad de una jarra, donde el chorro grande de agua surgió de la impaciencia, a los gritos entrecortados de la completa rendición.

Aunque yo hubiera querido, antes de que la puesta de sol saliera, que esta maravillosa película ganara el Premio de la Academia por ser el mejor material escrito. Pues lo rescatable de este film, son los diálogos hermosamente escritos.

El reencuentro de Jesse y Celine se transformó despacio, a través de la nivelación de las emociones, en donde el momento de clímax llega, cuando la pareja revela la verdad imperturbable, que han estado escondiéndose entre sí.

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