Los estudios cinematográficos se han puesto a temblar con el efecto Twitter. Ya que les ha afectado positiva y negativamente a la recaudación en taquillas, debido a que los jóvenes ven como líder de opinión en sus decisiones a este medio.
Por lo que las grandes casas productoras tendrán que ingeniárselas en su publicidad para que sea más destacada y atractiva para las mentes jóvenes, que ya tienen un amplio acceso a Internet.
La nueva era ya nos rebasó y es necesario que se haga más trabajo de campo en la Web que en otros medios tradicionales, y más valdría que se hicieran amigos del Twitter en vez de pelear con él, tal como dijera hace ya unos añitos Napoleón: “Si no puedes con el enemigo únetele”
Twitter como una vía de cortos mensajes de texto, se ha vuelto blanco fácil de las películas, en las que puedes criticar fácil y rápidamente con respuesta inmediata, como un Messenger estático.
Adam Fogelson que es el presidente de marketing de los estudios Universal, afirma que las malas opiniones de boca en boca de Twitter puede afectar considerablemente la baja de entradas en el cine.
Cierto o no, estos fenómenos cibernéticos no son más que una prueba del impacto que tiene el Internet en estos días, que con su maravilloso poder de convocatoria, no ha hecho más que unir a grandes comunidades sobre miles de temas afines, que en este caso es el cine.
Según datos estadísticos, las caídas de entradas son de 51% entre la primera y la segunda semana, según la empresa de control Box Office Mojo. Que asegura que si opinan un viernes en masa que la película es un fiasco el sábado siguiente estará completamente muerta.
Un claro ejemplo del efecto Twitter, es la película de “Bruno”, que tuvo un maravilloso estreno de 14.4 millones de dólares, pero debido a las fuertes opiniones en Twitter de los comentarios groseros, el sexo y la escatología, bajó un 39 %, esto quiere decir 8.8 millones de dólares !, vaya que el pajarito si es peligroso.
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