26 de marzo de 2010

Ben Hur de William Wyler (1959)


"Cuando los romanos me llevaban a las galeras estuve a punto de morir de sed, pero un hombre me dió a beber agua y volví a la vida. Hubiera sido mejor rechazarla y derramarla en la arena. Todavía estoy sediento".

Bella película épica que narra la vida de un judío que pasa las de Caín en tiempos de Jesucristo, un maravilloso largometraje que tiene la cualidad de transportar al espectador a Judea y ver con poesía y lenguaje cinematográfico, el yugo de los romanos y la promesa de la llegada del mesías.

Judá Ben-Hur interpretado por Charlton Heston, es un príncipe rico que comercia con especias desde Oriente a Roma, un hombre respetado y creyente en la fe de su pueblo y su Dios.

Pero un accidente de su hermana hace que los mal entendidos entre su familia y los regidores de Roma, hagan a Ben Hur un prisionero que trabajará como remero de galas, esclavo y lacayo de poderosos hasta generar el rencor y los deseos de venganza.

Primera película en la historia del cine en recibir 11 premios de la Academia (incluyendo mejor película), Ben Hur es un camino al perdón, la injusticia y la misericordia, un tema muy adoc para esta época de Semana Santa.

Judá Ben Hur sufre una transformación en la trama que genera reflexión, una escena que se ha quedado en la historia de los cinéfilos para siempre: Ben Hur sediento y Cristo ofreciéndole agua, nunca sale su rostro, pero implícitamente genera calma.

Basada en la novela de Lew Wallace, Ben Hur es sin duda una de las más grandes producciones del cine, que juntará a Roma, Palestina, Judea, creyentes, ateos, amor, odio, perdón, para apelar a la moral y nuestro sentido de justicia.

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