24 de septiembre de 2010

Los tres huastecos de Ismael Rodríguez (1948)




“-¡¿Papáaaaaaaaaa?!
- ¡¿Qué quieres?!
– ¡Ya me dormíííííííííííí!”
La “Tucita” y Lorenzo.

Considerada cómo unas de las 100 mejores películas del cine mexicano, esta cinta es un clásico. Quizá se deba al excelente guión con diálogos ingeniosos y agudos; o por sus excelentes actuaciones; por las situaciones hilarantes o por incluir a algunos de los actores icónicos de la pantalla grande mexicana. El resultado es una comedia de lo más recomendable con calidad internacional.

Bajo la espléndida dirección de Ismael Rodríguez, el ídolo de México Pedro Infante interpreta a los tres hermanos Andrade, tan diferentes uno del otro cómo se pueda imaginar. El primero, Lorenzo es un bandido rudo a quién le apodan “El Coyote”, que solo se somete a los caprichos de su pequeña hija, apodada la “Tucita”, una niña precoz y traviesa interpretada por la entonces joven actriz María Eugenia Llamas y que arranca sorprendentes carcajadas.

El segundo hermano se llama Víctor y comandante del ejército, un hombre estricto y apegado a la ley a quién le han encargado buscar y aprehender al bandido conocido como el “Coyote”, sin saber que se trata de su propio hermano. Víctor está enamorado de Mary Toña interpretada por la siempre bella Blanca Estela Pavón, quién resulta ser la novia del cómplice de Lorenzo.

Para completar la tríada, nos encontramos con Juan de Dios, un sacerdote bonachón que lo único que quiere es reconciliar a su familia.

El guión es también autoría de Ismael Rodríguez cuyo talento produjo cintas tan memorables cómo ésta, en dónde el balance entre comedia, acción y “vueltas de tuerca” en la trama producen excelentes resultados, además de que los efectos de fotografía que se utilizaron, sobre todo para mostrar a tres “Pedros Infantes” llamó mucha la atención de las audiencias, para quiénes dicho truco resultaba fantástico e impresionante.

Para las nuevas generaciones que nunca han visto a Pedro Infante, “Los Tres Huastecos” se presenta cómo la perfecta oportunidad para ver al gran actor en su mejor forma. Y la magia que sorprendió a las audiencias hace más de 60 años, sigue presente. Y no se sorprendan si aparecen imágenes o paisajes rurales mexicanos que hoy parecerían aclichados, pues fue precisamente por filmes cómo este, que esas imágenes de México le dieron la vuelta al mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comenta la Nota