Película filmada por 12 años, pero con sólo 39 días de rodaje a cuentagotas, nos habla de un proyecto ambicioso y quisquillosamente planeado por el director Richard Linklater en el que vemos la intimidad y desarrollo de una familia atípica norteamericana.
Seré sincera: entiendo el porque de su nominación al Oscar por todo el proceso cinematográfico, el tiempo, lo original de la filmación, etcétera, sin embargo Boyhood comienza como una película ordinaria en la que es tanta la intimidad cotidiana de la familia, que el largometraje se termina convirtiendo en un documental.
Tiene sus momentos agradables, emotivos y timings cómicos, sin embargo, no deja de ser un tema trivial carente de originalidad narrativa con una insufrible durabilidad que bien, podría terminar en serie o saga.
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