
¿Quién no recuerda a Lassie o Cleopatra? Elizabeth Taylor más allá de una cara bonita y cuerpo escultural se preocupó por ser una buena actriz y lo cumplió. Basta ver De repente en el Verano (1959) y Una gata en el Tejado Caliente (1958), ambas adaptaciones del escritor Tennessee Williams.
Desgraciadamente murió en el hospital y no en su casa como ella quería, debido a problemas cardiacos. Con sangre inglesa, Elizabeth Taylor hizo de su vida lo que quiso, tuvo 8 maridos que la amaron y viceversa, fue condenada por “robamaridos” y envidiada por muchas.
Una de las últimas diosas de la pantalla grande, del hollywood de antaño, donde la cirugía plástica no tenía prioridad, belleza genuina, excelente carrera artística, una leyenda. Descanse en paz Elizabeth Taylor.

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